Hilvanado, bordando, cociéndome pliegues de
piel extraña… Apegándome a ideas con hombres de miradas desteñidas que vienen
con pies llenos de sur, de caducidad y creen cubrir tu espacio con su piel y
sangre como si las comisuras fueran a cerrarse, estas cosas no tienen fin,
viven como tu en estas palabras.
Si nos apagan las estrellas he guardado un
ejercito de luciérnagas en tu mesita de noche.
Está mal comentar siete años después?
ReplyDeleteNo se, pero me gustó.