Hilvanado, bordando, cociéndome pliegues de
piel extraña… Apegándome a ideas con hombres de miradas desteñidas que vienen
con pies llenos de sur, de caducidad y creen cubrir tu espacio con su piel y
sangre como si las comisuras fueran a cerrarse, estas cosas no tienen fin,
viven como tu en estas palabras.
Si nos apagan las estrellas he guardado un
ejercito de luciérnagas en tu mesita de noche.